El museo del Monasterio de Urdazubi-Urdax

La singularidad del edificio comienza por ser éste el único monasterio que la Orden premostratense fundó en el Reino de Navarra. El claustro, de finales del S.XVII, por su sobriedad, la sencillez de sus líneas y el característico color rojo de su sillería nos presenta un escenario singular y bello.

El conjunto es, además de espacio de interpretación y exposición, un mirador sobre el claustro desde donde podemos contemplar y disfrutar de esta arquitectura.

Esta sala se propone como escenario de presentación de un viaje desde sus origines como hospital de peregrinos hasta la actualidad, a través de un recorrido que comienza en el siglo IX y nos acerca a la evolución del monasterio, a los pasos de los viajeros que recorrieron esta vieja ruta jacobea y a la historia y vida de Urdax.

No te  pierdas : EXPO-ZUBI-ARTE te presenta la exposición del claustro, "50 años de pintura y escultura vasca", con el mismo horario de visita que el museo.

La exposición recoge 300 obras de arte de 26 pintores y escultores que figuran entre los grandes artistas vascos de nuestro tiempo y que son dignos representantes de la Pintura Vasca desde los años 50 a nuestros días.

Así, encontraremos de manera permanente a artistas como José Luis Zumeta, Christine Etchevers, Patxi Aranoa, PIER, Jose Mari Apezetxea, Roger Bravard, Aitor Mendizabal, Irkus Robles Arangiz, Oaia Peruarena, Monique Leinert, Carmelo Ortiz De Elgea, Txomin Toyos, Javier Alkain, Xavier Obeso y Iñaki Ruiz de Eguino.

En cuanto a los escultores, el claustro cuenta con la presencia de Aitor Mendizabal, Tista, Tomás Fischer, François Marty, Iñaki Ruiz de Eguino, Juan Gorriti, Iñaki Olazabal, Edouard Solorzano, Joseba Estarta, Ramón Ruiz Cabestany, Luis Ospitaleche, Koldobika Jauregi y Lesagibel.

El molino​ otro de los atractivos indiscutibles de la visita al monasterio.

A lo largo del siglo XII y XIII los monjes del monasterio de Urdax construyeron numerosos canales y puentes (de ahí su nombre « ura-zubi »: agua y puente), así como un molino con el que podían trabajar y moler el grano. El actual molino fue construido a comienzos del siglo XVIII. Su obra fue promovida por el antiguo monasterio y los granjeros de la zona debían pagar impuestos por su uso.

A pesar de sufrir el incendio y los estragos de varias guerras, el molino se conserva en perfecto estado de funcionamiento. Hoy día los visitantes pueden observar el funcionamiento del molino: el agua recogida por el canal que atraviesa el pueblo mueve las grandes piedras, y éstas muelen el trigo y el maíz.

La visita incluye una antigua central eléctrica que producía electricidad para los pueblos de Urdazubi-Urdax y Ainhoa (al otro lado de la frontera) desde 1901 hasta los años 60.